Colores que Enfrían: La pintura que reduce tu factura eléctrica y tu huella de carbono

Una innovación en recubrimientos promete cambiar nuestra dependencia de los sistemas de calefacción y aire acondicionado. ¿El futuro está en la pintura?

Investigadores de la Universidad de Stanford han creado un innovador tipo de pintura que podría disminuir nuestra cada vez mayor dependencia de sistemas de climatización, como los aires acondicionados y los calentadores.





Disponible en una gama de colores, esta pintura tiene el potencial de reducir significativamente tanto los costos energéticos como las emisiones de carbono.

Este recubrimiento es capaz de repeler hasta el 80% de la luz infrarroja media que emana del sol, lo que se traduce en una capacidad de reflejo que supera en diez veces a las pinturas tradicionales.

La luz infrarroja media generalmente se absorbe como calor en las superficies de las edificaciones. Al aplicar esta pintura en las fachadas exteriores, contribuye a mantener fuera el calor, mientras que su uso en espacios interiores ayuda a conservar el calor en el interior.

Por lo tanto, los creadores del producto afirman que ofrece una «estrategia de eficiencia energética durante todo el año», aplicable a diversos climas y condiciones ambientales.

nuevas pinturas
Objetos de diferentes materiales y formas variadas, recubiertos con las nuevas pinturas. (Yucan Peng)

En pruebas realizadas bajo condiciones de calor artificial, el recubrimiento disminuyó el gasto energético para refrigeración en un aproximado de 21%. En ambientes artificialmente fríos, redujo el consumo energético para calefacción en cerca de un 36%.

Para una edificación completa, los científicos calculan que el uso de esta pintura podría resultar en un ahorro energético de aproximadamente el 7,4% en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.

Este no es un ahorro insignificante, especialmente considerando que los edificios en los Estados Unidos representan cerca del 40% del consumo energético total del país, y una porción considerable de ese porcentaje se destina a la climatización.

A nivel global, las condiciones climáticas extremas están en aumento debido al cambio climático , y muchas veces recurrimos a los aires acondicionados como nuestra principal defensa contra el calor.

Para el año 2050, se proyecta que los sistemas de aire acondicionado estarán presentes en alrededor de dos tercios de todas las viviendas del planeta. Aunque son útiles, estos dispositivos no son ni la opción más económica ni la más sostenible para enfriar espacios, contribuyendo al mismo tiempo a la contaminación del aire y al aumento de las emisiones de carbono.

Existen otras pinturas y recubrimientos que reflejan la luz infrarroja, pero este nuevo producto de Stanford ofrece una paleta de colores más amplia. Sus colores varían desde el blanco hasta el gris oscuro, pasando por el azul, rojo, amarillo, verde, naranja y morado.

Esta variedad de tonalidades es posible gracias a su diseño de doble capa. La primera es una base reflectante con partículas de aluminio plateado, y la segunda es una capa transparente a los infrarrojos que contiene nanopartículas inorgánicas de colores.

Este diseño multicapa ha sido utilizado anteriormente para reflejar diferentes tipos de onda de luz infrarroja y, aunque no es una novedad absoluta, parece ser altamente efectivo.

Según los autores del estudio:

La flexibilidad de aplicación de la pintura, además de su capacidad para adherirse a diversas superficies y materiales, la hace extremadamente útil en distintos contextos.

En su uso exterior, la luz infrarroja solar atraviesa la capa superior y se refleja en la capa inferior, actuando como un espejo, lo que impide que el edificio absorba el calor solar.

Además, ambas capas son resistentes al agua, por lo que funcionan eficazmente en ambientes húmedos y cálidos.

Como explica Yi Cui, científico de materiales en Stanford:

Para lograr nuestras metas de cero emisiones, debemos centrarnos tanto en la calefacción como en el aire acondicionado para minimizar el uso de energía y las emisiones globales.

Se está prestando más atención a cómo minimizar el intercambio de calor entre los espacios en los que vive y trabaja la gente y su entorno circundante, lo que ha generado una demanda creciente de nuevos materiales que mejoren el aislamiento, como películas de baja emisividad para ventanas.

El grupo de investigación sigue afinando su tecnología y planea llevar este producto innovador al mercado en un futuro cercano.

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