Los móviles en realidad podrían estar mejorando tu memoria

Un estudio de 2022 descubrió que almacenar información importante en un dispositivo digital libera la mente para recordar otros detalles menos importantes, que de otro modo serían desplazados por las cosas importantes.

Sugiere que la tecnología podría estar mejorando nuestra memoria, contrariamente a la noción popular de que la tecnología nos está dando a todos «demencia digital».

Demencia digital:  si quieres recordar algo, es probable que lo guardes en un dispositivo electrónico. No teníamos ese lujo hace solo un par de décadas, lo que significa que necesitábamos memorizar mucha más información.

Algunos expertos han advertido que esta externalización generalizada de la memoria a la tecnología está causando una epidemia de demencia digital, esencialmente porque no estamos usando tanto nuestra memoria, estamos perdiendo la habilidad y experimentando una disminución en nuestras capacidades cognitivas.

La brecha de conocimiento:  si esos expertos tienen razón, podría significar que las personas deberían repensar cómo ellos y sus hijos deben usar los dispositivos electrónicos. Pero la investigación actual aún tiene que demostrar que el fenómeno de la demencia digital existe.

En 2021, Marc Potenza, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Yale,  dijo a Discover Magazine:

Las relaciones entre la función cerebral y los comportamientos relacionados con el uso de la tecnología aún se están desarrollando.

Estudios más amplios, estudios longitudinales, serán muy útiles para comprender más detalles sobre cómo los tipos y patrones específicos de uso de Internet pueden influir en las personas y en una relación cerebro-comportamiento.

¿Qué hay de nuevo? Ahora, investigadores del University College London (UCL) han publicado un estudio que sugiere que almacenar información en dispositivos puede mejorar nuestras habilidades de memoria, contradiciendo el concepto de demencia digital.

Como explicó Sam Gilbert, el autor principal del estudio:

Descubrimos que cuando a las personas se les permitía usar una memoria externa, el dispositivo les ayudaba a recordar la información que habían guardado en él. Esto no fue sorprendente, pero también descubrimos que el dispositivo también mejoró la memoria de las personas para la información no guardada.

En otras palabras, almacenar alguna información digitalmente incluso te ayuda a recordar cosas que no almacenaste.

El estudio:  en el estudio, a 158 voluntarios adultos se les mostraron hasta 12 números en círculos en una pantalla táctil. Luego tenían que acordarse de mover ciertos números a la izquierda y otros a la derecha.

Los participantes recibieron dinero por cada movimiento correcto que hicieron durante el experimento, y los números de un lado se denominaron «de alto valor», lo que significa que obtuvieron más dinero por acertar con esos números.

Cada persona completó la tarea 16 veces. Durante la mitad de los intentos, se les permitió configurar recordatorios en un dispositivo digital, pero tuvieron que confiar solo en sus recuerdos para las otras rondas.

Como era de esperar, las personas tendieron a configurar recordatorios para los números de alto valor, lo que mejoró su capacidad para recordarlos en un 18 %. Sin embargo, las personas también mejoraron en recordar los números de valor bajo, en un 27 %, incluso cuando no configuraron ningún recordatorio sobre ellos.

Según Gilbert de UCL, al almacenar la información más importante en el dispositivo, los participantes liberaron su propia capacidad de memoria para la información menos importante.

Los resultados muestran que las herramientas de memoria externa funcionan. Lejos de causar ‘demencia digital’, usar un dispositivo de memoria externa puede incluso mejorar nuestra memoria para información que nunca guardamos.

La advertencia:  el experimento también confirmó una posible caída de nuestra dependencia de la tecnología: cuando se les quitaron los recordatorios a los participantes, recordaron mejor los círculos de bajo valor que los de alto valor.

Debemos tener cuidado de respaldar la información más importante. De lo contrario, si falla una herramienta de memoria, podríamos quedarnos con nada más que información de menor importancia en nuestra propia memoria.