Muchas de las víctimas que han fallecido o desaparecido durante la DANA en Valencia se encontraban en sus vehículos. Conducir cuando llueve siempre entraña riesgos, pero si además hay riesgo de inundación o riada, la situación se vuelve aún más peligrosa.
La primera recomendación en estos casos es evitar conducir si se ha emitido una alerta por lluvias intensas. Sin embargo, a veces la situación se desata sin previo aviso o, en ocasiones, un jefe insiste en que los empleados acudan a sus puestos de trabajo. En estos casos, además de valorar la posibilidad de denunciar al jefe, es importante recordar algunas medidas de seguridad.
Estas recomendaciones se pueden dividir en dos grupos principales. Por un lado, las medidas de seguridad para conducir bajo la lluvia cuando no es muy intensa. Por otro, las acciones a seguir en caso de riada, las cuales varían según el riesgo de que el coche sea arrastrado o si el nivel del agua no alcanza una altura significativa.
Llamar a los servicios de emergencia es siempre una medida fundamental. Pero, por si acaso, es necesario tener presentes el resto de precauciones.
Recomendaciones para conducir bajo la lluvia
Lo primero que debemos recordar al conducir con lluvia es que la distancia de frenado aumenta considerablemente. El coche no se detiene con la misma rapidez al pisar el freno, ya que la superficie se vuelve resbaladiza, reduciendo la fricción. En algunos casos puede producirse el aquaplaning, cuando los neumáticos flotan sobre el agua, provocando la pérdida de control del vehículo durante un momento que puede ser crucial. Para reducir el riesgo de accidente, es fundamental ampliar la distancia de seguridad. La diferencia en la distancia de frenado cuando se conduce a 90 km/h bajo la lluvia es de 32 metros más respecto a una conducción en seco.
Además, es vital evitar circular con neumáticos desgastados o con presión insuficiente. Esto es importante en cualquier circunstancia, pero al conducir con lluvia se vuelve esencial. Por ello, en épocas donde es probable que se presenten lluvias, especialmente si hay una DANA en el pronóstico, es recomendable revisar el estado de los neumáticos antes de viajar.
Otra situación común al conducir bajo la lluvia es que los cristales se empañen, dificultando la visibilidad. Esto se puede resolver activando la calefacción. Y, por supuesto, es aconsejable evitar maniobras bruscas cuando llueve.
Cuando la DANA causa inundaciones, las medidas deben reforzarse
Hasta aquí hemos visto consejos para conducir bajo la lluvia, pero sin situaciones de inundación. Si se presenta una inundación o un desbordamiento de río o embalse, lo primero es tomar precauciones de antemano. La Dirección General de Tráfico (DGT) recalca que jamás debe cruzarse una zona inundada con el coche. Incluso si parece una pequeña acumulación de agua, esta puede complicarse si supera los 15 centímetros de altura.
Cuando el nivel del agua llega a los 30 centímetros, el coche ya podría ser arrastrado, aunque esto depende de su tamaño y de la fuerza de la corriente. Si consideramos que el coche parece lo suficientemente estable y el agua no llega al interior, lo correcto es llamar a emergencias y quedarse dentro. Es importante colocarse el cinturón de seguridad en caso de que algún objeto arrastrado golpee el vehículo, ya que el cinturón nos ayudará a evitar lesiones.
En caso de que el agua comience a entrar en el coche o haya peligro de que sea arrastrado, es fundamental salir del vehículo por la puerta o ventanilla opuesta a la dirección de la corriente. Si la presión es muy fuerte, puede que no sea posible abrir la puerta. En cuanto a la ventanilla, a veces no puede abrirse si la corriente interrumpe la electricidad. Si esto sucede, se debe intentar romper el cristal. Si no es posible, hay que mantener la calma y esperar a que el nivel de agua iguale la presión dentro y fuera del coche, momento en el que la puerta se abrirá con facilidad.
Una vez fuera, no se debe nadar contra la corriente. Lo mejor es encontrar algún lugar al que aferrarse y esperar a que los servicios de emergencia lleguen al rescate.
En cualquier caso, recuerda que estas son medidas extremas en caso de que una DANA te sorprenda mientras conduces. Si en tu zona hay alerta por lluvias fuertes, evita en la medida de lo posible conducir bajo la lluvia. Una simple llovizna puede convertirse rápidamente en un aguacero.