Cada cierto tiempo nos encontramos frente a un dilema bastante importante acerca de nuestro ordenador portátil: ¿lo cambio por uno nuevo o lo conservo haciéndole algunas mejoras?
Sin lugar a dudas, la segunda opción es la más factible, sobre todo si evaluamos el factor coste, en comparación a la compra de una portátil nueva. Conoce a continuación cómo puedes alargar la vida útil de tu viejo ordenador y dejarlo como nuevo.
Elige un nuevo procesador
El procesador es el responsable de ejecutar los programas de tu ordenador portátil. Y cada cierto tiempo requiere de una actualización para mejorar la velocidad del funcionamiento del CPU.
Lo primero que debes hacer antes de pensar en un cambio es ver el modelo del procesador, que se encuentra unido a la placa base donde están ubicados todos los componentes del portátil. Esto te permitirá ver la compatibilidad del nuevo procesador que piensas instalarle. Ten en cuenta que, se requiere al menos un procesador de cuatro núcleos si solo usas tu portátil para streaming, ejecutar programas multitarea, conectividad en línea durante todo el día y para ver videos HD.
Si usas tu computadora para videojuegos, para producir música o editar videos, necesitarás un procesador mayor a cuatro núcleos. En todo caso, tienes dos opciones, instalar tú mismo el nuevo procesador, o encomendar la tarea a un técnico experto, que es la alternativa más segura.
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Sustituye el disco duro por una unidad SSD
Si todavía tienes un disco duro óptico, capaz ese sea uno de los motivos por el cual tu portátil se ha ralentizado. Antes de pensar en comprar una computadora nueva, puedes optar por cambiar el disco duro por una unidad SSD. El primer beneficio de este cambio será una mayor velocidad de arranque de tu ordenador portátil.
Por otra parte, el consumo energético también será menor, ahorrando mucha batería. Pero, antes que nada, debes cerciorarte de que este nuevo complemento es compatible con tu ordenador. Para ello es preciso destornillar la carcasa inferior del equipo y ver el espacio físico que cuentas en las tripas del ordenador. Acto seguido, debes revisar la compatibilidad de la placa base, a través del estándar SATA. Para poder instalar una unidad SSD y aprovecharla al máximo, la velocidad de trasmisión permitida debe ser compatible con SATA III.
Más memoria RAM
Si cambiar el procesador y la unidad de disco duro parecen no ser suficiente, es muy posible que requieras ampliar la memoria RAM para ayudar con el tema de la velocidad. Nuevamente, es importantísimo que revises la placa base. Ya en ella, deberás ver qué generación es la memoria RAM para saber la compatibilidad, esto te lo indicará el número de contactos en la misma y su distribución. Saber si tu ordenador portátil es de 32 bits o 64 bits es fundamental para ver si podrás ampliar la RAM a más de 4 gigas o no, sabiendo que esto es lo máximo que una portátil de 32 bits podrá gestionar.
Para estar más seguro del cambio, ve al Administrador de tareas de Windows y luego a la pestaña Rendimiento, en la que verás cuántas ranuras está utilizando el equipo y la capacidad de los módulos que tienes. Con esta información sabrás a ciencia cierta el tipo de memoria RAM compatible con tu portátil.