En el mundo de los smartphones, hay una configuración esencial que la mayoría tienen en común: la itinerancia de datos . Ya sea que tengas un Android o un iPhone, esta función puede ser esencial para mejorar tu conexión. En las siguientes líneas, te mostraremos su utilidad y por qué podría ser un recurso esencial en lugares lejanos.
Aunque la itinerancia de datos no es un milagro tecnológico, puede ser la solución a tus inconvenientes de conexión en zonas con poca señal. Visualiza que te encuentras en un área poco habitada o en un sitio alejado y tu proveedor de servicios no tiene una conexión estable. Aquí es donde esta función se vuelve crucial.
Al movernos de un lugar a otro, es común que nuestra compañía habitual no esté disponible, tal vez porque no tiene cobertura o porque su señal es débil en esa región.
En tales circunstancias, la itinerancia de datos se convierte en un puente. Facilita que tu smartphone se vincule a las redes de otros proveedores cuando la conexión de tu compañía principal no está disponible.
Habilitar la itinerancia de datos es esencial si deseas una señal continua. En países de la Unión Europea, usarla no representa un coste extra, por lo que no te enfrentarás a cargos sorpresa.
A pesar de que la legislación europea puso fin a los cargos por roaming, existen variaciones en la velocidad de internet entre los diferentes estados miembros.
El secreto para una conexión óptima en tus viajes
Si decides no activar esta función, tu dispositivo no podrá acceder a redes de otras compañías en regiones donde tu proveedor principal no tiene servicio. El remedio es sencillo: ve a las configuraciones de tu teléfono, elige la sección «Redes» y enciende la «Itinerancia de Datos».
Si decides viajar a un país dentro de la UE, es indispensable que enciendas la itinerancia de datos. De lo contrario, tu teléfono se desconectará de cualquier red que no sea de tu compañía local. En España, este consejo puede ser beneficioso si te encuentras en una zona con señal débil. Y aunque en Europa es gratuito, ten presente que en territorios fuera de la UE, las condiciones varían y los costes podrían ser elevados.