¿Los cerebros de las personas reflejan la orientación política que ellas eligen o son las personas quienes eligen su orientación política debido a su estructura cerebral funcional?
Este dilema del tipo «el huevo o la gallina» que invita a la reflexión, planteado por un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Nueva York, se vuelve aún más intrigante por su nuevo estudio, que muestra que la inteligencia artificial (IA) puede adivinar con precisión la ideología política de una persona simplemente analizando un escaneo de su cerebro. El trabajo se publica en la revista PNAS Nexus.
Neurociencia y política
Los científicos ya han utilizado técnicas de escaneo cerebral para profundizar en los fundamentos neurocientíficos de las creencias políticas. Por ejemplo, los investigadores han encontrado previamente que los conservadores tienden a tener más volumen de materia gris en su amígdala cerebral (una región asociada con el miedo, la ansiedad y la agresión), mientras que los liberales tienden a tener más en su corteza cingulada anterior (ligada, entre otras cosas, a ética y moral). Otro experimento mostró que los cerebros de los liberales y los conservadores reaccionan de manera diferente a las palabras «cargadas» en los vídeos políticos.
En el estudio actual, los investigadores observaron y registraron la conectividad funcional en los cerebros de 174 sujetos adultos jóvenes sanos mientras realizaban varias tareas simples, como presionar un botón emergente lo más rápido posible para obtener una recompensa monetaria, emparejar nombres con caras, o respondiendo preguntas de verdadero/falso sobre una historia que acababan de leer. A los sujetos también se les escaneó el cerebro en estado de reposo: despiertos y relajados, con los ojos cerrados.
Medir la conectividad funcional (FC) es algo raro en la neurociencia política. FC se refiere a cómo diferentes partes del cerebro pueden mostrar simultáneamente una actividad similar, como si se estuvieran comunicando entre sí. Los investigadores utilizaron una técnica de aprendizaje profundo de IA de última generación llamada BrainNetCNN, que se ejecuta en supercomputadoras en el Centro de Supercomputadoras de Ohio, para analizar los datos de conectividad funcional de todas las tareas y correlacionarlos con la ideología política auto-reportada de los sujetos, la cual fue calificada en una escala de uno a seis de muy liberal a muy conservadora.
BrainNetCNN pudo usar los datos para predecir la ideología política de una persona con un 70 % de precisión, similar a lo que esperaría al adivinar la ideología de una persona en función de las creencias de sus padres, que en realidad se considera uno de los predictores más fuertes de ideología en ciencia política.
Según los investigadores:
Este estudio sugiere que las raíces biológicas y neurológicas del comportamiento político son mucho más profundas de lo que se pensaba anteriormente.
¿Neuropolítica? No tan rápido
Si bien el estudio ciertamente es estimulante, es esencialmente una búsqueda de patrones con grandes datos. Eso está bien, pero un modelo solo es sólido y ampliamente aplicable si se basa en un grupo de estudio grande y diverso. En este caso, los sujetos eran todos adultos jóvenes, siete de cada diez de los cuales eran liberales. Por lo tanto, es posible que el modelo no funcione si se prueba en otros estadounidenses (o personas, en general). Además, la IA no puede decirnos nada sobre las raíces neurológicas de la ideología; no fue diseñada para hacerlo. Responder eso será una tarea mucho más difícil.