El mantenimiento informático es imprescindible en las empresas

¿Emprendería un viaje en coche si dudara de los frenos? ¿Se subiría a un avión si le dijeran que puede fallar un motor en pleno vuelo? Pues de igual forma es un riesgo para las empresas trabajar con un equipo informático a diario, del que no pueda asegurarse que está libre de virus o software malicioso ni confiar en su correcta operatividad.





El mantenimiento es imprescindible en las empresas. Sin embargo, para muchos usuarios, sobre todo los poco avanzados, la informática es como magia; funciona “vaya usted a saber por qué misteriosa razón”, pero funciona.

Aunque de repente a veces este funcionamiento se ve afectado de forma negativa. El problema es que suele coincidir con la situación en la que más nos urge acabar un trabajo; cuando más la necesitamos, en el momento más inoportuno.

Las grandes empresas cuentan con departamentos propios de informática o, cuando menos, con contratas de mantenimiento técnico para sus equipos. Para ellas un fallo en sus sistemas puede representar la paralización total o parcial y a veces pérdidas de miles de euros, o incluso millones.

mantenimiento informático

Pero las grandes compañías (las de 250 o más trabajadores) no son ni cinco mil entre los casi tres millones de empresas en España. No llegan ni al dos por ciento (1,7%), según el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

De ahí la importancia de contar con profesionales que nos garanticen un servicio de mantenimiento para nuestros equipos informáticos de empresa. En mantenimiento informático en Córdoba te ofrecen la confianza para mantener la tranquilidad que necesitas a la hora de controlar el funcionamiento y rendimiento de tu material informático, a la vez que te ofrece las mejores opciones en productos informáticos cuando necesites sustituir o renovar el de tu empresa.

Ahorrar en mantenimiento, un despilfarro

El resto de las empresas españolas está “atomizado” por las de mediano tamaño (de 50 a 249 empleados, un 0,89%); las pequeñas (de 10 a 49 asalariados, un 5,49%); las microempresas (de 1 a 9 contratados, un 39,85%) y las sociedades PYMES sin plantilla (53,60%).

Es decir, que casi el 94% de las organizaciones empresariales españolas son muy pequeñas. La mitad de esos tres millones de empresas en realidad son trabajadores autónomos, y de la otra mitad, dos terceras partes (más de un millón) no llegan ni a los cinco empleados. En general suelen tener presupuestos muy ajustados y, para ahorrar costes, no pagan servicios de mantenimiento, sino que llaman al técnico cuando la avería se presenta. Un “ahorro” que si tenemos en cuenta las consecuencias que nos puede suponer, suele salir muy caro. 

“Cambiar el chip”

Según la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, CEOE, casi todas estas pequeñas empresas usan ordenadores con conexión a Internet, aunque todavía un 24,2% (una de cada cuatro) carece de web corporativa propia. La CEOE promueve el Plan Digital 2025, que fija una estrategia de informatización y digitalización progresiva de todas estas pequeñas compañías, a cinco años vista.

Pero todo este avance servirá de poco si no “cambiamos el chip”, nunca mejor dicho, y no hay una mentalización previa acerca de lo vital que resulta para cualquier empresa u organización –sea un colegio, o un hospital o cualquier otra entidad pública o privada– el mantenimiento de sus sistemas y terminales informáticos con plena operatividad.

Debería de figurar entre los primeros objetivos, pues los equipamientos tecnológicos no son eternos y, como cualquier otra máquina, sufren obsolescencia, desgaste por uso, y se quedan atrasados por los avances cada vez más rápidos de las nuevas tecnologías.

inversión en equipamiento informático

Hasta tal punto es así, que incluso uno de los sistemas operativos más habituales en los ordenadores acaba de quedarse obsoleto y sin soporte técnico por la implantación de un sistema operativo posterior.

Renovarse o morir

¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien quejarse porque su ordenador “va lento”? Puede que un equipo antiguo (y por “antiguo” se entiende uno con más de cinco años) ni tan siquiera admita programas comunes actuales. Ha quedado inservible, presenta fallos de seguridad y, desde luego, su productividad es muy baja, lo que repercute negativamente en la eficiencia de toda la organización y en su competitividad frente a otras empresas del mismo sector.

La inversión en equipamiento informático actualizado es la mejor inversión. Es una de las primeras “reglas de oro” para la vida de una empresa, organización o cualquier entidad de cualquier sector. Es, por tanto, imprescindible realizar una renovación de equipos informáticos cada cierto tiempo, si la empresa quiere ofrecer buenos servicios. En resumen, un dispositivo anticuado u obsoleto puede ser causa de la ruina de la empresa. Es imprescindible renovarse.

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