El emprendimiento se ha establecido a lo largo de los últimos años como una de las tendencias profesionales más concurridas y esto se debe en gran parte al gran abanico de oportunidades empresariales que hay en internet. Son muchas las personas que se han percatado de que el panorama online es un cambio absoluto de paradigma en el marco comercial. Los modelos de tiendas tradicionales, si bien no han desaparecido, han dejado de ser la opción más concurrida. Por consiguiente, si quieres convertirte en el dueño de tu propia vida laboral, te animamos a que pongas el foco en estrategias de notable impacto como lo es el dropshipping.
En qué consiste el dropshipping
Antes de empezar a hablar de los beneficios y de los métodos más efectivos para hacer dropshipping es prioritario dar una definición a este concepto. Se trata de una de las técnicas comerciales más innovadoras y que más ha calado entre los emprendedores contemporáneos. Y no, esto no tiene absolutamente nada que ver con la casualidad.
En el dropshipping, el dueño del e-commerce jamás llega a estar en posesión de aquellos artículos que vende ni tampoco gestiona los envíos. En su lugar, se convierte en intermediario entre el fabricante o proveedor del producto y el cliente final. Lo único que debe hacer es tener una página web de calidad para que el usuario encuentre aquello que busca y termine comprándolo en dicha plataforma.
Entonces, ¿cuál es el foco de ganancias? Muy sencillo: las comisiones. Por cada venta que haga el propietario de la tienda online de dropshipping, recibirá un porcentaje del valor total del artículo. Un sistema mercantil que ha cambiado las cosas para millones de personas, haciendo que emprender en su sector favorito sea mucho más sencillo y accesible.
Ventajas del dropshipping
La primera ventaja del dropshipping es que no se requieren prácticamente gastos de inversión. Hasta la fecha, era obligatorio alquilar un local comercial e incluso abastecerlo del stock que se pretendía vender. No obstante, con esta metodología, el dueño de la tienda no se la juega a comprar productos que luego puede tener complicaciones para vender: todo son ingresos.
Asimismo, la flexibilidad y la versatilidad son características propias del dropshipping. Es decir, puedes vender absolutamente cualquier producto que quieras: desde los más convencionales hasta los más originales o exclusivos. Unas ventas que se dirigen a audiencias internacionales, puesto que el panorama online no sabe de fronteras geográficas.
Como puedes observar, el dropshipping es la evidencia de que vivimos en un momento único para montar un negocio por cuenta propia. Si bien es cierto que el éxito no llega por azar y toca dejarse la piel, sea cual sea nuestro sector, la realidad es que este tipo de técnicas han allanado el camino para todos aquellos que buscan tomar las riendas de su carrera profesional.
Cómo poner en marcha un negocio de dropshipping
Para poner en marcha un proyecto de dropshipping, el primer paso es crear una página web de primera calidad. Esta plataforma debe superar a todas las demás que se dediquen a lo mismo que tú, plantando así cara a los competidores. Por eso, la primera inversión ha de caer en manos de un buen diseñador web, tanto en lo estético como en lo funcional.
Ahora bien, ¿de qué sirve tener la mejor web si tus productos a la venta son pobres y faltos de interés? Estudia bien el mercado en el que te vas a especializar y, sobre todo, elige con total conocimiento de causa al proveedor. No todos son igual de buenos y de su rigor corporativo va a depender en gran medida la satisfacción de tus clientes.
Por último, pero no menos importante, hay que posicionar la web en los motores de búsqueda e interactuar con la audiencia para que te tengan siempre presente. El posicionamiento SEO, el SEM, la gestión de las redes sociales o el email marketing son algunas de las acciones clave en esta materia; elaborando así un plan de marketing digital que te permita llegar a lo más alto del sector comercial. Todo ello sin haber tocado los productos que vendes ni una sola vez.