Permanecemos buena parte del día en frente de la pantalla y esto puede generar un problema significativo. Si bien los monitores están evolucionando con los años y cada vez causan menos daños a la vista, necesitamos tenerlos bien configurados y utilizarlos a la distancia apropiada para proteger nuestros ojos.
Las afecciones que pueden presentarse frente a una distancia inadecuada son varias: irritación, sequedad, dolor de cabeza, cansancio, entre otros problemas. Incluso puede ser peor cuando no se calibra correctamente el brillo o el tamaño de las fuentes, lo que resulta en una lectura bastante incómoda.
Distancia del ordenador y ángulo de visión
Aunque generalmente las pantallas cambian según sean de portátil o escritorio, o también si son planas o curvas, sí existen unas reglas básicas que debes aplicar a la hora de ponerte delante de ellas, tal como lo indican en un artículo del Diario Sur.
Se podría señalar que hay un par de aspectos fundamentalmente importantes cuando nos ubicamos en frente del ordenador. El primero, por supuesto, es la distancia, y lo ideal es mantener entre 50 y 70 centímetros de los ojos a la pantalla (nunca a menos de 40 centímetros).
El segundo aspecto es el ángulo de visión. Se recomienda mantenerlo entre 10 y 20 grados por debajo de la línea de mirada. Esto acompañado de una buena y cómoda postura: cuello relajado, pies apoyados en el suelo y procurar mantener la espalda recta.
Debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo suele enviarnos las señales cuando cometemos el error de mantener una mala postura, por lo que ignorarlas puede ser peligroso. Son detalles que pueden convertirse en graves problemas y con los ojos es mejor no jugar: los efectos negativos pueden ser muy lamentables.