Investigadores desarrollan hormigón más resistente con residuos de café

Científicos australianos sugieren el uso del café para desarrollar un material de construcción un 30% más fuerte que el que se hace exclusivamente con arena.

Las virtudes del café no se limitan a su función como una bebida energizante. Una investigación reciente abre nuevas perspectivas sobre el uso alternativo de los granos que se usan en su producción. En este sentido, los estudiosos han descubierto que los residuos del café pueden emplearse para fabricar una versión de hormigón que resulta hasta con un 30% más de resistencia. Este enfoque también beneficia al medio ambiente y promueve la economía circular, reutilizando un material que normalmente se desecha.





El equipo de la Universidad RMIT de Australia ha precisado en su investigación que los residuos del café, es decir, lo que se desecha después del tostado, se pueden reciclar para producir un material de construcción innovador y sostenible. En este contexto, explican que al mezclar estos residuos en las proporciones correctas, se forma un «adhesivo químico» que fortalece el hormigón.

Así lo señala el doctor Rajeev Roychand, principal autor del estudio y miembro de la Facultad de Ingeniería de la citada universidad:

La motivación detrás de nuestro proyecto fue descubrir nuevas maneras de utilizar el abundante desperdicio de estos granos. En este caso, para construcciones. Estamos otorgando un segundo uso al café.

El café y su nuevo papel en el ámbito de la construcción

Anualmente se producen aproximadamente 4.400 millones de toneladas de hormigón, un proceso que consume cerca de 8.000 millones de toneladas de arena de los 50.000 millones que se emplean al año en diversas actividades. Este consumo ha contribuido a una seria escasez de este recurso vital en la industria de la construcción.

El café y su nuevo papel en el ámbito de la construcción
En la fotografía, de izquierda a derecha, aparecen Rajeev Roychand, Mohammad Saberian y Shannon Kilmartin-Lynch, investigadores de la Universidad RMIT, junto a Jordan Carter, el cofundador de Talwali Coffee Roasters.

Los académicos de la universidad australiana se cuestionaron si las propiedades útiles del café podrían transferirse al sector de la construcción. Parten de una estadística reveladora: cada año, los seres humanos generamos alrededor de 10.000 millones de kilogramos de desperdicio de estos granos. Entonces, ¿por qué no utilizar este recurso abundante que, de otra manera, termina en los vertederos?

Según Roychand, su equipo está trabajando para implementar esta solución, y agrega:

La gestión de residuos orgánicos supone un problema medioambiental. Libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero, incluido el metano y el CO2, lo que agrava el cambio climático.

¿Cómo se crea el hormigón a base de residuos de café?

El equipo de investigación señala que estos restos de granos de café deben integrarse en el hormigón a través de un procedimiento muy específico. En otras palabras, no es simplemente una cuestión de añadirlos a una mezcla de arena y agua. Luego de una serie de ensayos, determinaron que, para maximizar las propiedades del café en esta nueva forma de hormigón, es necesario calentar la mezcla hasta los 350 grados Celsius.

Con esta técnica, se logra incrementar la resistencia del hormigón en un 29.3%. Roychand explica que además de disminuir las emisiones y producir un hormigón más robusto, se disminuye el impacto del consumo constante de recursos naturales como la arena.

Por su parte, la coautora del estudio y miembro del RMIT, la doctora Shannon Kilmartin-Lynch, destaca que el sector de la construcción tiene el potencial de jugar un rol significativo en el reciclaje de desperdicios orgánicos, como el café usado. Y afirma que:

Nuestra investigación está en sus fases iniciales. Sin embargo, estos hallazgos prometedores abren una vía para minimizar considerablemente la cantidad de desperdicio que acaba en los vertederos.

Esta nueva iniciativa, potenciada por las propiedades sorprendentemente útiles del café generalmente desechado, es significativa. Como apunta la especialista, el desecho de materiales orgánicos genera grandes volúmenes de metano, un gas de efecto invernadero 21 veces más potente que el CO2.

Gracias a este proyecto, ahora sabemos que las virtudes del café se extienden más allá de lo previamente investigado, incluyendo estudios que vinculaban su consumo con la prevención de la diabetes y el sobrepeso. En cuanto a su innovadora aplicación en el mundo de la construcción, ¿cuáles son los siguientes pasos? Según los reportes del RMIT, el equipo está trabajando para elaborar estrategias de implementación, llevar a cabo pruebas en campo y colaborar con diferentes sectores industriales.

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