Tomar una decisión rápidamente cuando se tienen muchas opciones por delante es difícil para nuestro cerebro. Un ejemplo muy palpable es el enorme catálogo de Netflix, pero la popular compañía tiene formas de ayudarnos a decidir, entre ellas un algoritmo que escoge las imágenes.
Por supuesto, Netflix implementa otros algoritmos, como el que se encarga de recortar la imagen perfectamente para que los títulos no tapen el rostro de sus protagonistas. No obstante, este es diferente, porque su única función es seleccionar la imagen que aparecerá en la miniatura (y no precisamente al azar).
Un análisis anticipado
Si usas Netflix, probablemente ya te hayas dado cuenta que la imagen que se muestra de las diferentes series o películas no siempre es la misma, sino que cambia constantemente. Contrario a lo que se pueda creer, no lo hace para dar una sensación de novedad o variedad visual, sino que es parte del trabajo de un algoritmo que está programado para analizar todo lo que ves y tratar de adelantarse a lo que quieres para, de esa forma, engancharte con su contenido.
Esta herramienta no es nueva, se introdujo a finales de 2017, y ha dado tan buenos resultados que la han estado perfeccionando desde entonces. Su función es básicamente analizar todo lo que ves en la plataforma (series, películas, documentales…), para luego elegir las capturas que podrían agradarte.
Si sueles ver muchas películas románticas, el algoritmo va a elegir imágenes de parejas. Y si te gusta un actor en específico y no te pierdes ninguna de sus producciones, entonces la plataforma te enseñará las capturas en que sale esa persona.
En tiempo real
Este análisis es personalizado, o sea que cada usuario verá cosas diferentes en su inicio, además de que ocurre en tiempo real. Netflix tiene docenas de capturas disponibles para los distintos títulos, pero en algunas ocasiones hasta el algoritmo la tiene difícil, como al momento de elegir una imagen terrorífica adecuada para los usuarios que prefieren las películas de horror.
También tiene en cuenta los títulos que aparecen alrededor, para que el catálogo no se vuelva aburrido y monótono, así como la cantidad de clickbait (anzuelo de clicks) con el que cuenta la imagen.
Si un título tiene varias escenas de comedia, pero en realidad es un drama, Netflix evitará ponerte esa escena en particular en la miniatura, porque si lo que estás buscando es reírte y terminas llorando o con una profunda lección de vida, entonces quedarás defraudado.
El sistema selecciona las imágenes cada vez que el usuario se loguea. Y aunque todavía está lejos de la perfección, probablemente lo mejoren en el futuro, haciéndolo aún más complejo, con la capacidad de tener en cuenta las horas del día, costumbres de visualización y hasta la cantidad de espectadores presentes para hacer más preciso el análisis.
Dejar entrar a los algoritmos a nuestra vida no es tan malo, pues adivinan qué nos gusta y qué queremos, y puede que terminemos aprendiendo más sobre nosotros mismos.