En la búsqueda por entender las preferencias de los niños al aprender, un estudio reciente publicado en el Journal of Cognition and Development realizado por investigadores de la Universidad Concordia, arroja luz sobre si los niños en edad preescolar preferirían aprender de un robot competente en lugar de un humano incompetente. La respuesta parece depender de la edad.
Pequeños aprendices y la elección entre robots y humanos
El estudio comparó dos grupos de niños en edad preescolar: uno de tres años y otro de cinco años. Los niños participaron en reuniones de Zoom en las que se mostraba un vídeo de una mujer joven y un pequeño robot con características humanoides llamado Nao, sentados uno al lado del otro. Entre ellos había objetos familiares que el robot etiquetaba correctamente, mientras que la mujer los etiquetaba incorrectamente.
A continuación, se presentaron objetos desconocidos a los dos grupos de niños. Tanto el robot como la humana usaron términos sin sentido para etiquetar los objetos. Se les preguntó a los niños cómo se llamaba el objeto, eligiendo entre la etiqueta proporcionada por el robot o la humana.
Mientras que los niños de tres años no mostraron preferencia por una palabra u otra, los de cinco años eran mucho más propensos a utilizar el término proporcionado por el robot que por la humana.
La importancia de la competencia al aprender
Anna-Elisabeth Baumann, autora principal del estudio, afirma que, a los cinco años, los niños eligen aprender de un maestro competente en lugar de alguien más familiar, incluso si ese maestro competente es un robot. El estudio también se llevó a cabo con un robot con forma de camión llamado Cozmo, obteniendo resultados similares, lo que sugiere que la morfología del robot no afecta las estrategias de confianza selectiva de los niños.
Además, se administró una tarea de biología ingenua a los niños. Se les preguntó si los órganos biológicos o los engranajes mecánicos formaban las partes internas de animales y robots desconocidos. Los niños de cinco años eran mucho más propensos a indicar que solo las partes mecánicas pertenecían al interior de los robots.
Robots como herramientas educativas
Diane Poulin-Dubois, supervisora del estudio, señala que este trabajo se basa en investigaciones anteriores, que muestran que, a los cinco años, los niños tratan a los robots de manera similar a cómo lo hacen los adultos, es decir, como representaciones de agentes sociales. Aunque los niños mayores de preescolar saben que los robots tienen partes mecánicas, todavía les atribuyen ciertas cualidades humanas, como la capacidad de hablar, pensar y sentir.
Elizabeth Goldman concluye que, dado que el uso de la tecnología y la interacción de los niños con dispositivos tecnológicos aumenta, es importante comprender cómo la tecnología puede ser una herramienta para facilitar su aprendizaje.