Cómo reconocer las estafas en línea

El arte del fraude es, sin duda, la forma más común de ganar dinero ilegalmente a costa de personas desprevenidas que no se dan cuenta de lo que está sucediendo. Las tecnologías están cambiando, pero los estafadores siempre están a la vuelta de la esquina, listos para explotar el más mínimo error y apropiarse indebidamente del dinero y la identidad de los demás. Por lo tanto, es bueno conocer en profundidad las estafas más comunes de Internet, para prevenirlas e informar de ellas a las autoridades competentes.





Algunos de estas son simples, pero extremadamente efectivas; otras son complejas, silenciosos y extremadamente difíciles de desenmascarar. El propósito de esta guía (más información aquí) es advertirte para evitar situaciones desagradables que pueden causarte problemas.

Cadenas de San Antonio y estafas a través de SMS / WhatsApp

Este tipo de estafas es, probablemente, el más frecuente, debido a su simplicidad en implementarla y hacer que se ejecute rápidamente. En el caso de las cadenas Sant’Antonio, los usuarios están invitados a descargar una aplicación, con la excusa, por ejemplo, de evitar el pago futuro de los servicios ofrecidos por Whatsapp o Facebook. Una vez descargada esa aplicación o simplemente habiendo hecho clic en un enlace ficticio, se producirá una conexión directa a servicios de suscripción o malware, que permite a los estafadores acceder a tu información de forma remota.

Aquellos que planean estas estafas, roban la identidad de alguien y la completan, por ejemplo, tomando una foto en Facebook, para solicitar por SMS o por mensajes en línea a un pariente o amigo que realice una recarga de PostePay.

Estafa en sitios de anuncios

Estas estafas generalmente se producen de la misma manera que las anteriores. Recuerdan a las estafas que tenían lugar en la antigüedad. Los estafadores venden artículos ficticios a precios mucho más bajos de lo normal, pidiendo a los compradores que realicen una recarga en PostePay o una transferencia a cuenta extranjera. Estas operaciones no son reembolsables ni están aseguradas, y es difícil demostrar la culpabilidad del estafador, por lo tanto, no debemos confiar en quienes proponen métodos de pago inseguros o no aceptan intermediarios.

Estafas que explotan los sentimientos

Internet se ha convertido en un lugar de reunión, donde las personas que viven solas en la vida real pueden conocer a otros y, a veces, incluso enamorarse de ellos. Esta estafa está diseñada para engañar a ancianos y a aquellos que están solos y necesitados de afecto, aniquilando a la víctima, económica y emocionalmente.

En este caso, el estafador comienza una relación con la víctima, primero de amistad, luego de confianza y finalmente sentimental, utilizando perfiles falsos. El engañado se siente querido y, a su vez, se enamora del farsante, entrando en un torbellino de sentimientos que elimina la capacidad de reconocer el engaño.

Una vez que se establece una relación de amor y confianza total, rechazando cualquier encuentro físico, y aumentando simultáneamente la necesidad mórbida de relacionarse a través de la red, los estafadores, con una excusa siempre diferente, le piden dinero a la víctima; debido a un accidente, a la intención tomar el avión para conocer a la víctima, para una intervención urgente, y, así, sucesivamente.

Phishing

Como ocurre con las cadenas de Sant’Antonio, el phishing es una práctica generalizada entre los estafadores, los cuales encuentran un fallo en el sistema que les aporta grandes cifras. A través de direcciones de correo electrónico falsas, sitios web ambiguos o copias de sitios oficiales, los estafadores envían un mensaje a la víctima solicitando la inclusión de datos personales, como la cuenta y la contraseña para acceder al banco, la contraseña de PayPal o la de su cuenta en la oficina de correos.

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