El smartphone, ese objeto que raramente se separa de nosotros, puede resultar un enigma en ocasiones. Este misterio es especialmente notable en el tema de la batería, la cual puede perder carga rápidamente, mucho antes de que decidas apagar tu Wi-Fi, y se desgasta tras unos años de uso constante.
Hemos ideado diversas creencias alrededor de las baterías debido a sus limitaciones. Desde evitar tener el móvil enchufado durante toda la noche hasta apagarlo para darle un respiro a la batería, siempre estamos en la búsqueda de estrategias para optimizar su rendimiento, incluso si la solución no parece tener mucho fundamento.
Para discernir entre mito y realidad, la revista Wired consultó a un especialista en baterías. En el artículo publicado en dicho medio, el especialista ayudó a desentrañar algunas de las creencias más populares, proporcionó la lógica detrás de ciertas afirmaciones y brindó consejos prácticos para prolongar la vida de la batería de nuestros smartphones.
Aunque la batería indique un 100% de carga, aún tiene capacidad para más
Es cierto.
El porcentaje que ves en tu teléfono no refleja la capacidad total de la batería. Si aprovecharas toda esa energía, comprometerías la durabilidad de la batería a largo plazo. En el corazón de este asunto, los fabricantes hacen un equilibrio delicado. Al incrementar la carga en una batería, se reduce su vida útil. Por ello, establecen límites en la energía que puede ser utilizada.
Para comprender mejor, es esencial saber cómo funcionan las baterías. En su interior, las baterías de iones de litio, como las de los teléfonos móviles y ordenadores portátiles, constan de dos capas: una de óxido de litio con cobalto y otra de grafito. La energía se libera cuando los iones de litio se trasladan de una capa a otra. Al cargarla, simplemente estás moviendo estos iones al lado opuesto.
La cuestión de la vida útil y los ciclos de carga se torna complicada aquí. Si extraes demasiados iones de litio, dañas la estructura de la capa. «Si retiras todo ese litio, la estructura del material se descompone», menciona Kent Griffith, experto en almacenamiento energético.
Por lo tanto, aunque técnicamente se puede cargar más allá del 100%, implica retirar más iones de litio esenciales. «Sería como quitar las bases de un edificio», comenta Griffith. Podrías extraer esos iones, pero sería difícil reinsertarlos una vez que la estructura interna esté dañada.
Es por esto que los fabricantes limitan la carga de las baterías. Generalmente, se configuran para usar solo la mitad del litio disponible en una carga completa. «Tu batería podría ofrecerte más energía si se extrae más del 50% del litio, pero no duraría mucho haciendo eso».
Poner tu smartphone en modo avión facilita una carga más veloz
Es cierto (en parte).
Un truco popular para quienes buscan cargar su móvil más rápidamente es activar el modo avión. Al hacerlo, todas las transmisiones de radio se desactivan, lo que significa que no contarás con conexión a datos móviles y, en ciertos dispositivos, las conexiones Bluetooth y Wi-Fi también se deshabilitan.
En teoría, si el teléfono realiza menos actividades, debería cargarse a mayor velocidad, ¿cierto? Esto es parcialmente verdadero. Sin embargo, la diferencia no es muy significativa. Un experimento realizado por CNET en 2014 demostró que al activar el modo avión, se reducía el tiempo de carga en apenas cuatro minutos. Quizás no sea una gran ventaja si consideras que no podrás usar algunas funciones mientras esperas.
Mantener Wi-Fi y Bluetooth operando en segundo plano consume más la batería
Es cierto.
Después de la pantalla, los servicios que más consumen batería son aquellos que buscan y se conectan a redes Wi-Fi o de datos. Si has notado que tu batería se agota rápidamente cuando viajas en tren, es probable que tu dispositivo esté esforzándose por encontrar una red. Según Griffith:
Si tienes la opción de conectarte a una red estable, como un Wi-Fi en el tren, es recomendable hacerlo.
Otras maneras de conservar la batería incluyen disminuir el brillo de la pantalla y ajustar el tiempo antes de que el dispositivo entre en reposo.
Utilizar un cargador no oficial puede dañar tu dispositivo
Es cierto.
Los cargadores varían en calidad y características, y esto puede afectar la vida útil de la batería de tu teléfono. Estos accesorios poseen mecanismos que regulan la corriente suministrada y detienen la carga una vez que la batería está completa. Sin embargo, es posible que algunos cargadores alternativos no cuenten con las mismas medidas de seguridad.
Proporcionar demasiada corriente a una batería puede resultar en la extracción excesiva de iones de litio, lo que puede llevar a la degradación de la batería, como mencionamos anteriormente. Griffith señala que no todos los cargadores de terceros son perjudiciales, pero sugiere que es más prudente optar por un cargador oficial.
Conectar tu teléfono a tu ordenador o portátil perjudica la batería
Es falso.
De hecho, cargar de manera más pausada puede ser beneficioso para las baterías, según Griffith. Volvemos al tema de los iones de litio. Mientras más lenta sea la carga de una batería, menor es la presión sobre los iones de litio y sus estructuras receptoras, disminuyendo así el daño potencial. Por esta razón, los fabricantes establecen restricciones en los dispositivos para que no se carguen excesivamente rápido.
Apagar el dispositivo de vez en cuando prolonga la vida de la batería
Es falso.
Este es un mito, aunque tiene cierta base histórica. Antes de la era de las baterías de iones de litio, las baterías de hidruro metálico de níquel eran la opción predilecta. Con estas, era esencial descargarlas por completo y recargarlas para obtener una lectura precisa de su carga. «Si se recargaban estando a medias, se perdía la referencia», explica Griffith.
Con las baterías de iones de litio, este problema desaparece. Estas baterías actuales pueden determinar su carga en cualquier momento y, cuando el dispositivo está inactivo, el consumo de batería es mínimo. Por lo tanto, apagarlo no le daría un descanso significativo a la batería.
Las baterías rinden menos en climas fríos
Es falso (casi siempre).
Contrariamente a la creencia popular, las baterías funcionan mejor en el frío. Según explica Griffith:
Operar y conservar una batería en condiciones frías es beneficioso para su vida útil. Las altas temperaturas son más perjudiciales, reduciendo la durabilidad de la batería. Es crucial evitar que la batería se sobrecaliente, especialmente durante la carga, y no dejarla expuesta al sol o en un vehículo.
El calor afecta negativamente debido a los electrolitos líquidos presentes entre las capas internas de la batería, esenciales para el movimiento de los iones de litio. Estos electrolitos se degradan con el calor, comprometiendo la eficiencia de la batería.
Los vehículos eléctricos enfrentan desafíos con este aspecto y deben contar con sistemas avanzados de gestión de baterías. En el caso de los teléfonos móviles, mantenerlos a temperaturas ambiente es suficiente.
En climas fríos, tu teléfono podría operar más lento debido a la menor movilidad de los iones de litio, lo que podría reducir la energía suministrada a los componentes. No obstante, este efecto es generalmente leve y no implica daño a largo plazo.
En ocasiones, un dispositivo con carga baja puede apagarse en climas fríos, ya que la reducción de energía hace pensar al sistema que la batería está agotada. «No hay daño real, pero la electrónica puede malinterpretarlo», aclara Griffith.
Mantener un cargador conectado a un tomacorriente consume energía
En gran parte es falso.
Si hablamos de cargadores de teléfono y otros cables simples que solo contienen un alambre, es probable que no haya consumo energético si no hay un dispositivo enchufado. Sin embargo, con cables de televisión o laptops, especialmente aquellos que cuentan con un bloque «adaptador» grande, la historia es diferente.
Estos dispositivos suelen consumir un mínimo de energía mientras esperan que el dispositivo conectado se active desde un modo de espera. Anteriormente, el consumo energético de estos dispositivos podía representar hasta el 10% del consumo eléctrico en un hogar promedio. No obstante, regulaciones recientes han logrado reducir este consumo a niveles más bajos.
Es necesario descargar la batería al 0% antes de cargarla de nuevo
Es falso.
Contrario a lo que se podría pensar, las baterías se forzan más cuando están totalmente cargadas o completamente vacías. El nivel ideal para una batería es del 50%, ya que esto significa que la mitad de sus iones de litio se encuentran en la capa de óxido de litio y cobalto, y la otra mitad en la capa de grafito. Mantener este equilibrio genera menos presión sobre la batería, prolongando su vida útil.
Por lo tanto, si realmente deseas conservar tu batería en buen estado el mayor tiempo posible, es recomendable mantener su carga entre el 20% y el 80%. Sin embargo, seguir esta recomendación te brindaría solo alrededor de la mitad de la carga en cada uso, lo que, según Griffith, podría no ser muy práctico.
Sobrecargar más allá del 100% perjudica la batería
Es cierto (pero no por la razón que crees).
Este mito tiene relación con el anterior. Cargar tu teléfono durante toda la noche, manteniéndolo al 100%, no es lo ideal para la batería, pero no porque esté recibiendo más carga de la que puede manejar. Los dispositivos modernos cuentan con un sistema de «carga lenta» que detiene la carga una vez que la batería alcanza el 100%, y solo vuelve a cargarla cuando su nivel disminuye ligeramente.
El problema radica en mantener el nivel de carga al 100% constantemente, lo que, como mencionamos anteriormente, genera estrés en la batería. «No es lo mejor», afirma Griffith, «pero los fabricantes han establecido límites en la batería para que no resulte dañino».
Reemplazar la batería de tu móvil le da una nueva vida
Es cierto.
A medida que transcurre el tiempo, la batería de tu dispositivo tiende a degradarse. Una batería de smartphone típica mantiene su rendimiento óptimo alrededor de dos a tres años. Aunque muchos fabricantes de smartphones preferirían que los usuarios no lo supieran, es posible reemplazar la batería de estos dispositivos. Puedes aventurarte a hacerlo tú mismo, aunque con el diseño actual de los teléfonos, esta tarea se vuelve cada vez más complicada.
Por ello, en muchos casos, podría resultar más conveniente contratar a alguien especializado para realizar el cambio. Es aconsejable revisar periódicamente el estado de salud de tu batería, así podrás determinar si es el momento de invertir en una nueva, evitando así el desembolso mayor que supone adquirir un dispositivo nuevo.