Debido al cambio climático, cada vez son más habituales las condiciones de clima extremo. No solo nos referimos a la lluvia intensa, sino también a las nevadas y las elevadas temperaturas. Todo ello deriva en que cualquier elemento ubicado a la intemperie deba tener unas características en concreto para resistir el paso del tiempo. Un claro ejemplo es el de la Cámara de seguridad exterior.
Ponte en situación: tras muchos años sin producirse ninguna adversidad, surge un contratiempo en los alrededores de una empresa cuyas instalaciones estaban protegidas con una cámara de seguridad. Sin embargo, no tenía las características que describiremos a continuación, por lo que no funcionó correctamente a la hora de registrar los hechos en cuestión, imposibilitando así esclarecer los hechos.
Evitar que se produzcan este tipo de escenarios es tan fácil como adquirir productos que reúnan varios requisitos indispensables. Antes de profundizar en ellos, has de saber que gracias al abaratamiento de la tecnología, hoy en día no supone un estratosférico desembolso el hecho de hacerse con una unidad que tenga todas las características necesarias. Así lo demuestran las que están disponibles en Cyberpuerta.
Rango de temperatura al que opera la cámara de seguridad exterior
Entre los consumidores es habitual no leerse el manual. Pero, ¿sabías que al hacer uso de determinados dispositivos es crucial empaparse de toda la información? Por ejemplo, en el de una cámara de seguridad exterior debe aparecer un dato fundamental con tal de saber si es apto para climas extremos: su rango de temperatura.
En caso de querer comprobarlo antes de efectuar la compra de la unidad en cuestión, puedes consultar las especificaciones técnicas en la caja o a través de Internet. En ambos casos, cerciórate de que el umbral inferior es bastante reducido, rondando los -20ºC, mientras que el superior alcanza o incluso supera los 45ºC.
Si el rango de temperatura no es tan generoso como el que acabamos de traer a colación, has de saber que la unidad experimentará problemas a la hora de funcionar bajo condiciones climatológicas extremas en lo que respecta al frío y al calor.
Certificación
Es probable que, al comprar un teléfono móvil, hayas visto anunciado con letras bien grandes y a todo color que cuenta con una certificación IP. Lo cierto es que este dato cada vez es valorado por una mayor cantidad de usuarios, puesto que está directamente relacionado con la durabilidad del producto adquirido.
En referencia a la cámara de seguridad exterior, no hay una única certificación IP, sino que existen varias. Primeramente, ten en cuenta que muchos modelos se diseñan con el único propósito de grabar espacios interiores. Es decir, no son válidos para exterior.
¿Significa esto que toda cámara de seguridad exterior es compatible con los climas extremos? Ni mucho menos, ya que tal vez su certificación IP sea escasa. Por ejemplo, la de nivel 67 se quedaría corta si en la zona en cuestión son muy habituales las lluvias torrenciales. ¿Es tu caso? Entonces opta por un dispositivo IP 68.
Ten en cuenta que, conforme aumenta el nivel de protección, también lo hace el precio. ¿Merece la pena hacer frente al mayor gasto que supone una certificación que esté a la altura de las circunstancias? En efecto, puesto que ninguna condición climatológica adversa, como la lluvia, el viento, la nieve, la radiación UV o las temperaturas extremadamente bajas/altas, provocará que el dispositivo sufra lo más mínimo.
Pero, ¿y si el viento trae consigo algún elemento que acaba impactando en la cámara de seguridad exterior? Es bastante improbable, pero puede suceder. En tal caso, agradecerás enormemente haber elegido un modelo cuya certificación sea la conocida como IK10.
Materiales de fabricación
Generalmente, si el nivel de certificaciones es elevado, los materiales con los que ha sido fabricada la cámara de seguridad exterior alcanzarán una muy buena calidad, pero no siempre es así.
Es habitual que los usuarios rehúyan del plástico por creer que la unidad en cuestión no tendrá la robustez necesaria para soportar los climas extremos, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que depende de la calidad del material utilizado, ya que hay plásticos más rígidos y otros que dejan bastante que desear.
Si quieres ir sobre seguro, lo mejor que puedes hacer es adquirir una cámara de seguridad exterior que cuente con elementos metálicos, siempre y cuando sean resistentes a la corrosión que tan habitual es en determinadas zonas. Si el dispositivo se situará cerca de la costa, cerciórate de que el plástico, metal u otro material resiste la salinidad propia del mar.
A las características ya mencionadas, hay que sumar las que debe tener toda cámara de seguridad exterior que se precie. Entre las más relevantes se encuentra la resolución de las lentes, la capacidad de detección y el envío de notificaciones en tiempo real.