Mantener a un país aislado y restringido de las noticias del mundo por estos tiempos en los que existe Internet parecería un reto imposible. Pero no lo es.
En Corea del Norte, el gobierno mantiene a sus ciudadanos “con los ojos vendados” para evitar que tengan libre acceso a medios y recursos tecnológicos modernos.
Y no es que en ese país no exista la tele, la radio, el Internet, los smartphones o los ordenadores portátiles. Lo que ocurre es que todo está configurado de tal forma que las autoridades pueden controlar casi todo lo que hacen los norcoreanos.
Sin embargo, para Kim Jong-un, el líder supremo de Corea del Norte, cada vez se hace más complicado ejercer el control del tráfico de tarjetas de memoria y tarjetas SIM que ingresan por medio de la frontera con China, que permiten el acceso sin restricciones a medios internacionales y por supuesto, a Internet.
Un reciente informe del Comité de Derechos Humanos de Corea del Norte (HRNK), elaborado por el periodista y experto en tecnología Martyn Williams, muestra cómo el régimen de Kim emplea la tecnología para mantener al pueblo “en la oscuridad”, interviniendo desde la señal de los medios de comunicación hasta el sistema operativo de los dispositivos electrónicos para vigilar y controlar a las personas. A continuación destacamos 5 formas en que el apodado “reino ermitaño” aísla a sus ciudadanos del mundo exterior:
1. Riguroso control de Internet
El aislamiento de Internet no existe del todo en Corea del Norte. Así lo han hecho ver los múltiples ataques informáticos que al parecer son ejecutados por hackers del Estado.
A nivel de red, el país está estrictamente controlado y nunca ha ofrecido conexión abierta a sus ciudadanos. Pero esto es algo que tiende a cambiar, pues cada vez más norcoreanos están comprando móviles inteligentes. Según el informe de Martyn Williams:
Toda la infraestructura es administrada por el Estado y los servicios de seguridad están fuertemente integrados en el funcionamiento de la red de telecomunicaciones. Todo es controlado por una agencia estatal llamada Oficina 27, o la Oficina de Vigilancia de Transmisión.
2. Importación de móviles chinos baratos con Android modificado
En Corea del Norte la gente puede acceder tanto a smartphones como a datos móviles, pero solo puede comprar móviles procedentes de China que son distribuidos por una marca norcoreana. Se trata de dispositivos similares a los móviles Android baratos exhibidos en las tiendas que conocemos, pero programados y configurados por el Estado con un software especial que permite espiar a sus usuarios (spyware). Un sistema similar también es instalado en los ordenadores.
Con este spyware el régimen de Kim Jong-un puede, entre muchas cosas, controlar los sitios web y aplicaciones a los que accede la gente tomando periódicamente capturas de pantalla para identificar a los posibles “infractores” de la ley. También puede detectar cuando un usuario abre en sus dispositivos material no autorizado como noticias, archivos multimedia o películas provenientes de medios internacionales.
Para eludir este control, en el mercado negro se pueden encontrar dispositivos libres que ingresan de contrabando desde China, pero los ciudadanos corren el riesgo de ser detectados por la red de telecomunicación oficial.
3. Restricción de la red móvil
El sistema de telecomunicaciones de Corea del Norte opera en conjunto con una compañía egipcia llamada Orascom.
En su informe, Williams señala que la red se divide en dos partes: una red establecida para los norcoreanos (prefijo 191-260) y otra para los extranjeros (prefijo 191-250). Ambas redes están habilitadas para que los ciudadanos puedan hacer llamadas y enviar SMS dentro del país, pero entre los dos grupos no hay forma de comunicarse.
4. Prohibición total de la pornografía
Ver este tipo de contenidos en Corea del Norte puede significar la pena de muerte. Algunos ciudadanos que infringen la ley no tienen más opción que huir a países como Japón, China o Corea del Sur para evitar esta condena.
Una fuente citada por Williams que sabe cómo se mueve el contrabando de material pornográfico a través de la frontera con China, afirma que una tarjeta de memoria que contenga estos contenidos puede alcanzar un precio hasta de 500 dólares.
5. Control de las frecuencias de radio y televisión
Todos los dispositivos de radio y televisión que se venden de manera legal en territorio norcoreano están sintonizados solo con las frecuencias del gobierno.
Acceder a frecuencias o canales del extranjero es ilegal, por lo que las autoridades hacen redadas con frecuencia para controlar que ningún ciudadano consuma contenido “subversivo”. Aunque muchos norcoreanos poseen de forma secreta una segunda radio o tele para sintonizar emisiones extranjeras, y generalmente reportan su dispositivo oficial cuando la autoridad lo solicita.