La colaboración que salvó a Apple: la lección de Steve Jobs y Bill Gates

Steve Jobs dejó atrás su espíritu competitivo y buscó el apoyo de su archirrival en los negocios, Bill Gates, para rescatar a Apple de la quiebra. Una enseñanza sobre cómo abordar de manera provechosa la rivalidad entre empresas y personas.

En 1997, Apple atravesó uno de los peores momentos de su historia, al borde de la quiebra, con problemas muy serios, y Steve Jobs tenía solo una opción: solicitar la ayuda de Bill Gates , su enemigo más odiado en los negocios.





Esta decisión sacudió a la industria tecnológica, pero era el paso adecuado si Apple quería evitar un desenlace desastroso. Para mantener viva a la empresa, Jobs tuvo que darse cuenta y aceptar que debía abandonar su mentalidad competitiva por un instante y mostrar signos de colaboración.

Y eso es exactamente lo que hizo Steve Jobs. En agosto de 1997, Gates, propietario de Microsoft, accedió a realizar una importante inversión de 150 millones de dólares en Apple para salvarla de la quiebra.

El propósito de ambas compañías era seguir compitiendo en la industria; de lo contrario, Microsoft podría haber sido acusada de monopolio, algo que tampoco le convenía. Por esta razón, el trabajo conjunto de ambos fue un beneficio mutuo que pocas empresas aplican hoy en día.

Microsoft ayudó a crecer a uno de sus principales competidores, pero para bien

En el momento en que Bill Gates rescató a Apple, Microsoft era más grande y valiosa. A pesar del acuerdo, esto no puso fin a la competencia entre ambas empresas tecnológicas; de hecho, siguieron moldeando juntas la industria informática.

Durante la conferencia D5 celebrada en 2007, Jobs y Gates se reunieron para reflexionar sobre la colaboración. En el evento se revelaron detalles importantes que no se habían conocido antes.

Steve Jobs declaró lo siguiente:

Había demasiada gente en Apple, y estábamos jugando un juego que claramente nunca íbamos a ganar. Para mantener viva a la compañía, tuve que dejar de lado la mentalidad competitiva, y era fundamental romper ese paradigma.

Microsoft ayudó a crecer a uno de sus principales competidores, pero para bien
Steve Jobs y Bill Gates nunca dejaron de competir.

Por su parte, el ejecutivo de Microsoft, Gates, afirmó que, para la compañía, la inversión significó fortalecer a uno de sus mayores competidores, pero también fue una nueva oportunidad de negocio.

Mientras Microsoft salvó a Apple de la quiebra al realizar una inversión millonaria, Steve Jobs accedió a retirar una demanda que acusaba a Bill Gates y a su empresa de copiar su sistema operativo Macintosh.

En fin, la lección de Gates y Jobs demuestra claramente que la cooperación puede coexistir con la competencia. Al final, es un juego cuyo resultado beneficiará a las compañías que decidan compartir sus estrategias, hasta cierto punto.

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